Sr. Nart ¿”siudatans” o “subnormales”?

foto para rosaSoy madre de uno de esos niños que Javier Nart llama “subnormales”.

Desde el momento en que recibí el diagnóstico tuve muy claro que es un niño más con una condición diferente al resto que por encima de todo hay que respetar.

La educación de mi hijo se basa en un modelo de familia que lo respeta profundamente y queremos lo mismo de nuestra sociedad.  Nuestro reto es educar a nuestro hijo pero intervenciones y pensamientos como los  suyos nos obligan a trabajar en la concienciación sobre la discapacidad.

Todo el mundo conoce el poder de las palabras. El lenguaje describe la realidad y tiene el poder de transformarla. Usted mismo nos da los argumentos en este video por el que su formación política se llama Ciudadanos y les ha molestado que les llamen “siudatans”.

Aplíquese sus propios argumentos (cito sus palabras textuales salvo la parte en negrita): “usted con ese reduccionismo pacato, analfabeto.. actúa como los separatistas, piensa que el nacer…” con una condición, vivir con una condición es un obstáculo para ser respetado… “Enhorabuena, acaba de entrar usted en el club de los excluyentes!”

“Subnormal” es un término obsoleto que define a las niñas y niños de una manera que a lo largo de los años se ha usado en con una connotación negativa o despectiva. Usted ha demostrado una insensibilidad y falta de empatía sin límites al no aceptar la recomendación de Jesús Cintora. Su mujer ha sido toda su vida profesora en un colegio específico de educación especial, entérese. Las personas con un síndrome, un trastorno o una enfermedad no lo han escogido, viene con ellos, es la naturaleza jugando al azar. En cambio, usted escoge conscientemente un término poco correcto y dice que quiere a su cuñado y que sabe mucho de discapacidad (o prefiere ¿subnormalidad?). Yo quiero a mi hijo y lo respeto y quiero que los demás lo respeten igual que a mi y mis ideas. Pensamientos y palabras tan retrógrados no tienen cabida en una sociedad avanzada.

Le recomiendo la expresión: niño con discapacidad (o diversidad funcional) que se refiere a la persona con un término no negativo aunque a mi me gusta más “niño”.

¡Apréndase la lección y hagáselo mirar Sr. Nart!

javier nart

 

 

 

 

 

 

 

*Mi hijo no tiene síndrome de Down, tiene autismo pero para el efecto la falta de respeto hacia las personas con discapacidad produce siempre los mismos sentimientos: desolación y tristeza.

Alto alto como una montaña el proyecto, que junto a Esther Medraño y Seso Durán, pretende dar una visión positiva del autismo y la diversidad funcional.

3 thoughts on “Sr. Nart ¿”siudatans” o “subnormales”?

  1. Veo desde hace días el revuelo en torno a las palabras del Sr. Nart. y no doy crédito.
    No doy crédito porque, detrás de la palabra, siempre hay un espacio para la intencionalidad, y no la veo en este caso, ni en muchos otros.
    Lo llevo viendo, también, cada vez que un medio de comunicación utiliza la palabra autista para referirse a algún político. La queja, por parte de colectivos relacionados, es inmediata.
    Y siempre me produce la misma sensación, la de estar en medio de un absurdo.
    El absurdo de quedarse anclado en los términos, cuando hay tanto por hacer, me desconcierta.
    Subnormal, se ha utilizado durante muchos años y, entonces, era un término respetuoso ya que se había abandonado del de tontos, que por aquellas fechas era el que llevaba el estigma.
    Después ha habido otros muchos, todos intentando definir lo mismo, lo que, probablemente, no se puede definir.
    Cada uno iba dejando obsoleto al anterior, aun siendo todos un igual. Y no eran sino producto de la moda. Porque sí, también aquí, la moda nos maneja a su antojo.
    “Discapacidad” parece ser ahora el término “aceptado y aceptable”. ¿Por qué?
    ¿Discapacidad no es una palabra peyorativa?
    ¿Un prefijo (dis) que significa “negación” o “contrariedad” no es peyorativo?
    Ateniéndonos al vocablo estaríamos hablando de la negación de la capacidad. ¿No es, precisamente, la capacidad particular de cada uno lo que perseguimos?
    Sin embargo, alguien ha decidido que no es peyorativo, y lo admitimos y defendemos como si nos fuera la vida en ello.
    No, la vida no es ahí donde nos va.
    ¿O tal vez preferimos llamarlo “condición diferente”? Bueno.
    Probablemente alguien, dentro de poco tiempo, dirá que la palabra “condición” ya está limitando per sé y que esto hace que nuestros familiares se vean señalados y mermados en sus derechos.
    Entonces surgirá otro término, supuestamente más respetuoso, y sus palabras, que hoy defienden, podrían interpretarse como lesivas.
    Son los caprichos de la perversión del lenguaje.
    Seguramente, muchos de los que se quejan por la utilización de estos términos, usen a menudo la palabra cretino, o miope, o le digan a algún amigo o familiar, cuando no hace caso, el típico “¿estás sordo?”.
    Tengo la certeza de que ninguno lo hace con el ánimo de ofender a los que sufren de cretinismo, o de miopía o de sordera. Y sí, todo eso son condiciones diferentes.
    ¿Por qué no podemos aplicar esto mismo a quien dice autista, o subnormal, o… que sé yo?
    Solo son palabras, más o menos de moda, pero palabras.
    Sé que me van a llover las críticas por lo que he expuesto. No me importa.
    Sé, también, que el término que se use, no va a hacer que las personas que queremos, y que tienen esa condición diferente, dejen de tenerla.
    Lo importante es centrarse, trabajar, emplear las fuerzas, que a menudo no son muchas, en conseguir los medios y los recursos que nuestros familiares necesitan para poder avanzar y desarrollarse de la mejor manera posible y tener una vida plena y feliz.
    Y por supuesto que hay que trabajar, y mucho, para que la sociedad “perfecta” en la que parece que vivimos no los aparte de su lado, para que formen parte de pleno derecho de ella. Pero, de verdad creo, que no será la lucha por el término utilizado la que lo consiga, pues estaremos luchando por algo tan efímero como la última palabra de moda.
    No nos perdamos en el humo.

    1. Efectivamente María Jesús, somos muchos los que trabajamos para mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional y además ayudamos a limpiar el humo que hacen otros con un uso peyorativo del lenguaje. Está clarísimo el tono ofensivo que usan para crear polémica y conseguir más lectores o audiencias exhibiendo indecentemente su falta de escrúpulos. Un saludo, te recomiendo que pienses sobre ello. 🙂

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